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[Next time I dreamt]

Next time I dreamt I saw you arriving i was concerned preoccupied  You walked drunk sideways as if you were happy  But I knew something was wrong Your smile was there  it was a forced smile as in nightmares I ran towards the court where your girlfriends faked to help you and I knew I was wrong I felt crazy disappointed when I knew it wasn't sorrow but pure pain, pain unrelated to my longing But just plain pain lurking in the winds of a poisonous aurora surrounding you I felt almost sorry but my heart was warm with care and tenderness Then I leaved and walked out and disappeared remembering my futile concern and it's foolish, imaginary origins...

I knew I was dreaming

I knew I was dreaming So I grabbed a match box I didn't know what to do with it Two bugs came right away, small white phantasmal But I rejected them with a sigth They became the sound of a fly by my ear unbearable I wanted to control it it was impossible I couldn't wake up several times Then you were there and I couldn't believe it, cause it seems I've been dreaming about you My dream became palpable I was thrilled I had little terror of beings (I saw one very close) I always try to fly or move fast in space when I know I am dreaming 'tis a  dream that won't dissolve nor get me desperate It was almost you but you have seen me so much you didn't want to know nothing I came close in the crowd and reached the crew (they were filming something) but you ignored me and went away Organizing the matches would be the proof of my complete dominion over the dream  I wanted to wake up before It was confusing there was a bed and broad spaces with always-high ceilings Now...

El perico verde

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Aratinga canicularis –Tengo un perico verde. La niña me había dicho esto para romper el hielo, para acercarse. Le pregunté si su perico verde tenía la capacidad de hablar. Me respondió enseguida que no medía más de diez centímetros y que aún era muy chico, pero que tenía también plumas rojas y amarillas. No entendí del todo su respuesta e imaginé un gorrión enano al que hubieran torturado con óleos o acuarelas. La brusca imagen que imaginaba aumentó mi curiosidad, al principio nula. —¿Tiene el pico en forma de gancho? —le pregunté. Mi pregunta trataba de confirmar si verdaderamente se trataba de un perico, o solo de algún gorrión desafortunado al que pintaron de colores para que llamara la atención de los niños. –Sí, como de un armador tiene; pero es azul y rojo, y negro también. –¿El pecho de qué color es? –Amarillito es, y azul… Hubo un silencio. La niña repetía una y otra vez los colores que le venían a la cabeza, y me pareció que su relato no era sino una excusa para intercambiar p...

Mis abuelos

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Un asilo, una caverna hacinada en algún techo de San Roque. Mi abuelo conduce violentamente a mi lado, esquiva autos y buses y yo lo acompaño, tenso, preocupado. Aunque –pienso– si fuera yo quien manejara, haría igual. Me asusta la intensidad de mí mismo en mis abuelos. Un asilo. La angustia de mirar, como un panal, las cámaras distintas. Cuatro o siete escaleras las comunican: Son cámaras terrosas de abuelos hacinados con sábanas y camas terribles que no me atrevo a imaginar. Hay, de pronto, dos personas que se van. Yo siento angustia al pensar en las rodillas de mi abuela y miro en lo alto a las cámaras abiertas. Miro las escaleras (son metálicas, son inestables) y pienso con angustia en mis abuelos. Tendrán, inevitablemente, que subir. Lo harán sin mí y sin nadie, sin los que se van, los que nos vamos... Pobres, mis abuelos, que deben  quedarse mientras nos vamos, jóvenes ellos entre viejos, encargándose de todo...

Sueño en el Pacífico

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A veces el mundo debe inclinarse para sentirse recto. elOjoRojo. S ueño que sueño en la tarde hasta que despierto Sueño en desorden que despierto llegas Sueño entre cantos de gallos trasnochados, cerca del mar que estoy en mis montañas. Sueño que la noche es más limpia que lo negro, sueño el cielo sin atmósfera. Sueño un parque abandonado en los potreros, el mal humor serrano. Y al despertar dentro del sueño encuentro que no estoy soñando, que el cielo debe ser así, morado. Y veo nebulosas rojas y rosadas que se mueven a lo lejos veo aeronaves como luces que despegan... veo estrellas voladoras que atraviesan... Veo el este intacto y el oeste iluminado de astros desconocidos, veo corrientes azules y eléctricas inmensas... El cielo debe ser así, tan vivo, tan cercano. Este cielo violento, apocalíptico y calmado. Los rostros de mi sueño han sido trastocados, y con ellos el tuyo... Los rostros que en mi sueño hoy he aceptado. Despierto vi a mi abuelo regresando, su cabello una cola de cab...

[Los discursos terapéuticos]

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Confeti  Los discursos terapéuticos han dejado mi mandíbula desencajada, mi lengua seca, mi frente demasiado ancha. Los discursos trepidantes y violentos De los que huyo espantado. Yo siento que ensucio el lugar de las palabras Con listas útiles y con anotaciones. El lugar de las palabras Es este lugar de tiempo infame, Este lugar insincero donde se agolpa Un torrente efímero… Pero hoy rechazo el silencio Y la mesura y el orden y la calma y el silencio… Y arrastro ciegamente ante mí al sentido. Y el sentido sangra…  Y sangra papel de color blanco  que flota y que gira, Que cae y que brilla, Como una lluvia de tiras, Como una lluvia de tiras de papel  de color blanco.

Sueño de fango

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Odumodneurtse (1998) Rogelio López Cuenca. Nerja, Málaga, España. Camino al borde de una quebrada inverosímil. Parece que se hundiera lentamente a mi lado, poco a poco, alejándose. El pantano oscuro que se esconde en ese piso brilla y a la vez es acre, café, húmedo. Yo doy algunos pasos, indeciso. Camino despacio y veo hundirse imperceptiblemente la quebrada de fango. Pienso en los sapos, en su ausencia extraña. La mudez del instante me presiona el pecho y anhelo el croar pausado, infinito de los sapos. ¿A dónde se han ido? ¿Qué extraño designio les ha prohibido croar? Hay frío. Desciende una niebla espesa pero transparente. La noche es igual a sí misma pero parece que se aferrara la tarde, y el rumor de las criaturas nocturnas, los fantasmas, las visiones de la bruma están ausentes. Me hace falta el terror. Una paz ficticia reina en el espantoso espacio que transito. El Tiempo se esconde como en Comala, pero los fantasmas de las casas y el pueblo se han perdido, han ido a parar lejos ...

Confusión

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  Corona Borealis (constelación) Diosa del laberinto: sueña, al menos, con mi sed insaciable. Un loco quiso atarte con seda y para siempre a sí en la muerte. Un loco lógico que hundió su vida en el infierno solo para secarse entre Migalas, Eperias y Segadoras. El laberinto es el mundo, explica el loco, y en la muerte el sueño eterno  empieza en el comienzo. Hay un hilo tenue  entre la mesa vacía  y la butaca olvidada en las que me siento de noche. Hay un hilo tras el mundo  y una isla terrible y mar y espuma y sal… El loco ha trastornado  la rueca  con la seda de una araña  enorme que lo muerde en las tardes. Y tú duermes tranquila, sobre la playa, soñando dulcemente entre mil  arañas, en la arena… 07/2025

El repartidor de cigarrillos

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Duendecillo. Estaba atrapado en el centro de un chozón maltrecho y sucio, rodeado de abrigos, sacos y blusas negras, mallas y sombreros de toda clase. Barahúnda de seres que daban cabida al absurdo. Un cerquillo entre las mujeres y pulseras brillantes de cuero y plata en las muñecas de los hombres. El tono agudo mezclado al silencio grave de un grupo informe de observantes. Se calentaba, aún despierto, cerca del intento de fogata. Esperaba (sin saberlo, o al menos sin habérselo propuesto) alguna señal distinguible entre la multitud de rostros irreconocibles, hundidos en la penumbra o aletargados en sillones improvisados con tablones o chatarras. Irresuelto, perdido en sus bolsillos que tanteaba a intervalos de puro aburrimiento, trataba de encontrar esa señal, ese movimiento que le haga pensar de pronto en un túnel, en un canal que le dejara atravesar la turba sin tropezar con burdos obstáculos. Pero estaba (o se sentía) atrapado, y poco a poco el murmullo iba tornándose más alto, más ...

De ficciones (cine ecuatoriano)

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En el nombre de la hija, de Tania Hermida. De ficciones (Ratas, ratones y rateros) Como la vida es una película o, mejor dicho, un collage de las películas que hemos visto, por lo menos para nuestra generación, que creció con Disney y Hollywood, con El Rey León y James Bond, no resulta nada raro que a veces la ficción supere a la realidad. Pero lo interesante sería que esa ficción no viniera de afuera. En las últimas dos décadas, la producción cinematográfica del Ecuador ha crecido mucho. Se han producido historias, películas de ficción que hablan de los ecuatorianos, de su forma de sentir, de actuar, de vestirse, de pensar. Los valores,  y también los anti-valores de los ecuatorianos están representados en esas producciones. Alguno de nosotros –la generación que creció con Disney y Hollywood- quiso ser Simba. O al menos un agente secreto, un boxeador pobre, un genio azul. Me refiero a que soñamos muy a menudo con los caprichos de Walt Disney y esperamos convertirnos algún día en ...