Alejandro Jodorowsky, experto aprendiz

Alejandro Jodorowsky en El Topo

La primera vez que vi El Topo, una de las películas de culto de Alejandro Jodorowsky, pensé: "este director es un genio". Obviamente, investigué sobre su vida y desde ese momento empecé a cambiar toda mi forma de pensar sobre la inteligencia y sobre qué significa ser un genio.

Alejandro, cuando joven, fue desconocido para la mayoría. Aún hoy es criticado por una amplia sección de la sociedad, y aún más por la comunidad académica, especialmente de psicología. Sin embargo, considero que esta persona es una muestra viviente de que nada está dicho y de que todos somos capaces de aprender y perseguir nuestros sueños. Aún más, su trayectoria como artista me lleva a pensar en que no existe una teoría posible que defina el aprendizaje, pues constituiría una paradoja: lo que se define se limita, y aprender es superar límites.

A sus 95 años, Alejandro Jodorowsky es una persona activa y en constante evolución artística y personal. Considero que es un aprendiz experto por su versatilidad. En su vida ha experimentado los siguientes oficios: novelista, guionista, dramaturgo, ensayista, poeta, director de cine y teatro, actor, editor de cine, escritor de historietas, músico, compositor, filósofo, psicomago, titiritero, mimo, psicólogo, dibujante, pintor, escultor y autor de cómics. Ha formado parte, además, de numerosas corrientes, empezando por el surrealismo y el teatro pánico, hasta las más recientes tendencias, pues podemos encontrarlo activo aún hoy en varias redes sociales.

Alejandro Jodorowsy es, para mí, la evidencia más sólida de que el aprendizaje es personal, libre, y de que nadie puede realmente definirlo ni limitarlo, por mucho que trate.